Más de 400 familias que habitan en comunidades como Costa Sur, El Chocote, Zapatera, Playita y otras islas que conforman dicho archipiélago de las Isletas de Granada, temen por la actual prohibición al serles negada la pasada por un espacio de propiedad, que históricamente ha sido utilizado para trasladarse sobre las aguas del Lago Cocibolca, desde sus hogares hasta el casco urbano de la ciudad de Granada.
Los pobladores se encontraban sumamente molestos e incomodos con el dueño de esta propiedad, quien primero hizo que desapareciera la Iglesia donde se reunían para elevar sus plegarias al creador y que ahora los tuvo acorralados, construyendo una barda metálica que les imposibilitaba desembarcar o embarcarse para vender sus productos, ir a sus centros de trabajo, trasladarse a sus escuelas y universidades, entre otros menesteres que realizan en la ciudad.
Las autoridades locales en un primer intento lograron quitar esa muralla, pero los asesores del señor Raúl Lacayo, propietario del espacio, retomaron la actitud de enfrentarse nuevamente a esta población de nativos, quienes organizados exigieron que el pase histórico les fuera devuelto.
Cabe mencionar que el problema fue resuelto luego de las constantes protestas, por las autoridades superiores de la Jefatura de esta ciudad, quienes mantuvieron el orden y resolvieron el conflicto momentáneamente.
Claudia María Chávez
