Las proyecciones del INPESCA se han tenido que reducir debido a los efectos de las temperaturas de abril y mayo; pasando de 114 millones de libras a unas 107 o 108 millones considerando una reducción del -10% al 31 de mayo.
Sin embargo es una de cal y otra de arena pues el optimismo de la industria ha sido renovado con las precipitaciones de junio que han entusiasmado a los pescadores artesanales pequeños y grandes. Por ejemplo, las exportaciones en el mismo período en comparación con 2014 se han elevado a un 6% más.
Aunque las proyecciones experimentan esta deceleración, el INPESCA confío en un resurgimiento en parte por la diversificación de las exportaciones que ya llegan a mercados como China, Canadá, Rusia y Taiwán.
Erick Ruiz