Brasil derrotó a Senegal 5-0 el miércoles para cerrar su pase a la final del Mundial Sub20 donde se medirá a Serbia, que eliminó a Mali 2-1 y acallar las voces que apuntaban que los creadores del «jogo bonito» habían emprendido un nuevo rumbo más sombrío.
Las especulaciones sobre una nueva generación brasileña con un estilo más defensivo crecieron luego de que sus últimos juegos, ante Uruguay y Portugal, tuvieran que decidirse en las tandas de penales por empates sin goles en el tiempo reglamentario.
La teoría de que la vergonzosa derrota de la selección absoluta frente a Alemania por 7-1 en el pasado Mundial obligó a un replanteamiento general en la dirección del equipo con un nuevo énfasis en la defensa sobre el ataque creció a medida que escaseaban los goles.
Brasil hizo estallar esa teoría por los airees el miércoles, anotando tres veces en 19 minutos para lograr un billete a la final, donde se batirá con Serbia, que eliminó a Mali por 2-1 con una diana en la prórroga.
Brasil sumó el cuarto tanto a los 35 minutos por mediación de Jorge.
La segunda mitad perdió algo de ritmo, pero el combinado sudamericano cerró el marcador con una inteligente jugada que permitió a Guilherme anotar su segundo gol de la noche a los 78 minutos.
Aunque el ataque de Brasil fue bueno, su defensa ha sido su verdadera fuerza; suman ya 8 horas y 22 minutos de juego sin encajar un gol. El seleccionador Rogerio Micale se mostró aliviado, luego de dos tandas de penales, por la clara victoria de sus chicos.
«Ganamos esos partidos en los penales (…) habíamos creado muchas ocasiones, hoy las marcamos», dijo.
«Todo el mundo estuvo perfecto hoy. Hemos crecido durante el torneo (…) Hemos alcanzado a la final con un gran partido hoy, y esperamos repetirlo en la final».
WELLINGTON, Nueva Zelanda (AP)