Un grupo de miembros de la congregación se reunieron el sábado en la habitación de una iglesia donde días antes nueve personas fueron asesinadas cuando un hombre que se había unido a ellas para estudiar la Biblia les disparó.
Harold Washington dice que fue una reunión emotiva.
De la habitación donde sus colegas feligreses fueron muertos a balazos, dijo: «Hicieron un buen trabajo al limpiarla. Había algunos agujeros de bala, pero… los suprimieron para que uno no los vea».
Indicó que espera que la ceremonia del domingo, en que la iglesia reabrirá sus puertas, esté llena de gente y sea muy conmovedora.
«Creo que será un momento conmovedor: mucho llanto y abrazos», afirmó.
Espera también que haya recién llegados. «Va a venir gente a la que nunca hayamos visto y probablemente nunca volveremos a ver, y esto está bien», dijo.
Una decena de personas entran lentamente en la histórica iglesia negra que fue escenario de una matanza días atrás.
Aparentemente eran feligreses de la iglesia Africana Metodista Episcopal Emanuel que llegaron a través de un estacionamiento que sigue cerrado al público. Algunos se abrazaban antes de entrar por una puerta lateral en una calle donde previamente habían trabajado cuadrillas de limpieza.
Las autoridades dicen que Dylann Roof, de 21 años, entró por una puerta lateral el miércoles por la noche y se unió a un grupo de estudios bíblicos durante una hora antes de abrir fuego y matar a nueve personas.