Una bomba en una carretera mató al menos a 19 civiles afganos, incluidos nueve niños en una provincia del sur, mientras que los talibanes capturaron un distrito clave en el norte en la batalla por la ciudad de Kunduz
La violencia ha entrado en una espiral en Afganistán desde la salida de la mayor parte de las tropas extranjeras a finales del año pasado. Los insurgentes están intentando tomar territorio de las fuerzas de seguridad afganas por la OTAN más de 13 años después de que la intervención militar de Estados Unidos derrocara a los talibanes.
En la provincia de Helmand, en el sur, el oficial de Policía Haji Janan Aqa dijo que 19 personas, incluidos nueve niños murieron y que otras cinco personas resultaron heridas.
Los residentes habían huido recientemente de los combates en el distrito de Marjah y aparentemente estaban intentando volver a casa.
«Querían volver a su pueblo, pero su furgoneta impactó con una bomba puesta por los talibanes», dijo Aqa.
Un testigo dijo que todos los niños muertos que vio en el lugar tenían menos de cinco años.
Nadie se atribuyó la responsabilidad de la bomba. Los talibanes normalmente niegan los atentados contra civiles, aunque su táctica de colocar bombas en las carreteras ha sido duramente criticada por Naciones Unidas.
Agencias