Pocos ladrones se han alegrado tanto de toparse con la Policía como en el caso de dos individuos en Brighton (sur de Inglaterra) que se quedaron encerrados accidentalmente en la cámara de frío de un restaurante chino en el se disponían a robar. Los agentes recibieron el soplo de que dos personas merodeaban en el interior del local, cuando ya estaba cerrado al público. Al llegar los policías oían voces, pero no encontraban a nadie, hasta que a uno de ellos se le ocurrió buscarlos en el enorme congelador del restaurante Sichuan Garden Chinese. Los cacos, temblando de frío, les recibieron con gran alivio: sus captores les salvaron de morir congelados.
tephen Fidler, de 39 años, y Dene Temple, de 37 años, tuvieron suerte al fin y al cabo esa medianoche del pasado marzo, a pesar de que uno de ellos ha acabado en la cárcel, según el relato de Mailonline. El inspector jefe de la Policía, Dave Padwick, aseguró durante el juicio el pasado viernes que «cuando mis oficiales los encontraron, esperaban un frío recibimiento por parte de los sospechosos, pero parecían alegrarse de verlos, lo que cambia bastante las cosas».
El jefe policial agregó que los agentes no solo realizaron un «fantástico trabajo» al capturar a los ladrones del restaurante de comida rápida, sino que además «salvaron la vida de estos dos hombres, que de otra manera hubieran muerto congelados». Se alegró especialmente de que no se hubieran dado por vencidos, al tardar en localizarlos.
Multas y cárcel
En el juicio en la Lewes Crown Court, ambos individuos admitieron el delito de robo. Fidler fue condenado a dieciséis meses y a pagar una multa de cien libras (139 euros). Temple, sin embargo, no deberá ir a prisión, pero sí tendrá que afrontar un arresto domiciliario de cuatro meses y el pago de 295 libras (410 euros)