El Vaticano prepara el escenario para una nueva ronda de debates sobre temas candentes como los homosexuales, los católicos divorciados y la convivencia de parejas no casadas al publicar el documento de trabajo para su próxima reunión en la que tratarán problemas de la familia.
El documento publicado ayer no ofrece ideas nuevas sobre los aspectos cruciales, aunque sí algunos matices. Dice que hay un acuerdo común entre una amplia gama de católicos acerca de la necesidad de ofrecer a los católicos divorciados y vueltos a casar en ceremonia civil un camino a la reconciliación para integrarlos mejor en la vida de la Iglesia, pero
enfatiza que sólo pueden recibir la comunión si se abstienen de las relaciones sexuales.
Agrega que los gays deben ser respetados, como requiere el magisterio de la Iglesia, pero no avanza más allá. Familias en las que vivan personas con tendencias homosexuales deberán tener un acompañamiento y atención especiales, apuntó.
Las parejas que conviven sin estar casadas no son pecadoras sino candidatas al matrimonio por Iglesia.
En el documento preparatorio presentado para el Sínodo se indicó que sobre los divorciados vueltos a casar hay un común acuerdo sobre la hipótesis de un camino reconciliatorio o penitencial.
Solamente una minoría de los creyentes vive según la doctrina de la iglesia en lo que respecta al tema de matrimonio y familia, indicó.
El Sínodo sobre el tema La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y el mundo contemporáneos se realizará del 4 al 25 de octubre en Roma.
Ya el año pasado 200 obispos de todo el mundo deliberaron sobre el matrimonio y la homosexualidad. Los obispos no pudieron alcanzar un consenso sobre las cuestiones más controvertidas en el documento de cierre.
El nuevo documento de trabajo Instrumentum Laboris se basa en este documento final y se completa con propuestas surgidas de nuevas consultas del Vaticano con conferencias de obispos y grupos en todo el mundo.
Agencias
