Según la Coordinadora Nicaragüense de ONG que trabaja con la niñez y la adolescencia en educación el incremento de inversión pública es de 24% y en salud de 19%.
Eso incide en la calidad educativa, mejorando ambientes escolares, formando mejores docentes. «Hemos aumentado el acceso a la escuela regular, la gratuidad educativa, hay programas exitosos que son la matricula escolar, la retención escolar, la mochila, el vaso de leche», mencionó Adilia Amaya.
Integrante de CODENI en salud, se describen como avances la disminución de materna e infantil, cobertura de programas de inmunización, promoción de la lactancia materna y campañas epidemiológicas. «La extensión de los servicios se ha hecho el fortalecimiento mucho de la prevención, se están creando capacidades comunitarias para dar respuesta y fundamentalmente involucrar la participación ciudadana para mejorar la condiciones de higiene que tiene que ver con la salud», sostuvo Martha Toruño, Procuradora para los Derechos de los Niños. Sin embargo existen desafíos para seguir mejorando en estas áreas.
En salud proponen visualizar a los adolescentes en políticas pública para prevenir el sida y embarazos. «Aunque reconocemos que hay una estrategia nacional para salud sexual y reproductiva, nosotros consideramos que para el tema de adolescentes debe haber una política pública que visibilice la realidad de los jóvenes y que exprese concretamente programas específicos para la prevención de embarazos de niñas y prevención de VIH», dijo Amaya.
En educación sugieren continuar reduciendo la exclusión escolar.
Elizabeth Mendoza