La historia es digna de un libreto hollywoodense. Una persona con ceguera permanente y su esposa manejaban una banda que se encargaba del tráfico y la distribución de drogas en los círculos que comprenden a los grandes empresarios del país.
Previo a su detención, Bruna Miranda Chusgo (48) y su marido, Rubén Gualberto Victoria (48) eran los cabecillas de una red de narcotráfico. Estaban a cargo de traer cocaína desde Bolivia para venderla a clientes VIP.
El hombre, con notorios problemas de visión, se movía constantemente con la ayuda de su pareja. Ellos aprovechaban esta situación para trabajar sin que nadie sospechara.
Según informaron fuentes del caso, esta red tenía vínculos con el empresario Rodolfo Bomparola, quien fuera recientemente condenado a cuatro años y tres meses de cárcel, en el marco de una causa por venta de drogas a famosos y gente del espectáculo, indica Clarín.
Justamente, fue la investigación a Bomparola la que puso bajo la lupa a la pareja narco. Muchas de las entregas de cocaína las hacían directamente ellos, entregas muy puntuales, explicó una fuente.
De esta manera, fueron 11 los detenidos por la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, en el marco del Operativo Lazarillo. En los allanamientos a las casas de los acusados se secuestró balanzas, herramientas, armas y drogas.