Las autoridades de Alemania decomisaron un tanque Panther de 45 toneladas, un cañón antiaéreo y otras piezas de armamento militar de la Segunda Guerra Mundial en una redada a la casa de un coleccionista de 78 años en el norte del país, informó el viernes la fiscalía.
El coleccionista, cuya identidad no reveló por motivos de privacidad, es investigado ante la posibilidad de violar las leyes de armas de Alemania, pero permanece en libertad en lo que se realiza la averiguación, precisó la fiscal de Kiel, Birgit Hess.
Durante el cateo del miércoles y jueves, los investigadores también incautaron un torpedo y otros artefactos militares además del tanque Panzer V «Panther» y un cañón antiaéreo de 88mm, dijo Hess a The Associated Press. Se requirió la presencia de ingenieros militares para sacar el tanque del garaje subterráneo de la residencia ubicada en Kitseberg, cerca de Kiel.
El abogado del coleccionista, Peter Gramsch, dijo a la agencia dpa que todos los artículos habían sido desprovistos de su potencial bélico y registrados de manera adecuada.
Hess no sabía si el cañón principal del tanque podría ser disparado, pero no parecía estar registrado apropiadamente, y, según un experto independiente, no estaba desprovisto adecuadamente de su potencial bélico.
El coleccionista llamó la atención de las autoridades durante una investigación al mercado negro de arte de la era Nazi que resultó en el hallazgo en mayo pasado de dos enormes esculturas de bronce de unos caballos, que estaban colocadas afuera de la cancillería de Adolf Hitler. Dichas estatuas estaban en poder de otro hombre, quien asegura ser el dueño legítimo.
El dueño del tanque no ocultaba su colección, hablando sobre el tanque Panther y otros artefactos con la prensa luego de que se revelara en mayo la investigación sobre las obras de arte.
Kristin Schroeder, una vecina, dijo al diario local Kieler Nachrichten, que el hombre incluso había disparado el tanque durante el invierno particularmente crudo de 1978-79, además de que ayudaba a los demás a barrer la nieve.
«Se sabía bien, al menos entre los habitantes mayores de Kitzeberg, que tenía un tanque», dijo Schroeder.
BERLÍN (AP)