El papa Francisco criticó el jueves a las «castas de diferentes» dentro de la Iglesia y a aquellos que sienten que Jesús es sólo para los aptos, indiferentes al dolor y que dejan de ser pastores para convertirse en «capataces».
«Parecería lícito que encuentren espacio solamente los autorizados, una casta de diferentes, que poco a poco se separa, diferenciándose de su pueblo. Han hecho de la identidad una cuestión de superioridad», dijo el pontífice en un mensaje a 4.000 religiosos en un coliseo de Santa Cruz.
Como ocurrió la víspera en Ecuador, el papa argentino se reunió con monjas, seminaristas y sacerdotes latinoamericanos para advertirles que corren el riesgo de caer en la «indiferencia o de seguir las modas», sin «involucrarse» en el dolor de la gente y de su tierra.
«Hay sacerdotes que les da vergüenza hablar su lengua original y entonces olvida su quechua, su guaraní, su aymara, porque ahora hablan en fino», advirtió Francisco.
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia | AFP