Era una preciosa mañana de verano y estos cinco pequeñines ya estaban de vacaciones. La ocasión perfecta para que la mamá de uno de ellos los reuniera en su jardín y les montara una tienda de campaña para jugar a sus anchas.
Pero cuando llegó la hora de salir de la tienda para tomar el almuerzo, la cosa no era tan fácil como parece. Uno tras otro, los cinco se tropezaron al tratar de poner sus pies en la hierba.
Tres de ellos acabaron en el suelo, amontonados unos sobre otros entre risas. Tampoco mamá pudo dejar de reír ni resistir la tentación de grabar la tierna escena con su celular.