El primer ministro de Serbia, Aleksandar Vucic, aseguró que mantiene la mano tendida, pese a la agresión que sufrió hoy durante la conmemoración del vigésimo aniversario de la matanza de 8.000 musulmanes a manos de tropas serbobosnias en la ciudad de Srebrenica.
«Lamento lo que ha ocurrido, que algunos no hayan reconocido mi sincera intención de que edifiquemos la amistad» de los serbios y los bosniomusulmanes, dijo Vucic en declaraciones emitidas por la televisión a su regreso a Belgrado.