Estas imágenes, grabadas en el metro de Estocolmo, muestran el curioso método empleado por la Policía sueca para hacer avanzar rápidamente a un numeroso grupo de agresivos seguidores del Djurgardens, un club de fútbol local: en vez de iniciar un enfrentamiento con los hinchas, ya suficientemente alterados tras el partido, la Policía los empujó hacia las escaleras mecánicas y activó la máxima velocidad.
La estrategia funcionó, y las instalaciones del metro se vaciaron de violentos como por arte magia.