La mayoría de los usuarios no suelen destacar por tener unos conocimientos suficientes como para borrar su rastro en Internet. Gracias a ello, cuando alguien comete un delito, puede ser relativamente fácil localizarle si es lo suficientemente inconsciente como para utilizar sus cuentas en cualquier servicio de Internet.
Brittany Nunn, una mujer divorciada de Colorado, secuestró a sus dos hijas, cada una fruto de una relación distinta, tras perder su custodia. Junto a su novio, Peter Barr, huyó con las niñas, desapareciendo sin dejar rastro. Sin embargo, no contaban con lo difícil que puede ser ocultar el rastro en Internet.
Para localizarles, un investigador de la oficina del Sheriff llamado Drew Weber, decidió emplear una táctica bastante novedosa. Tras conocer que Nunn usaba Spotify con regularidad, solicitó una orden judicial para rastrear la IP desde la que se conectaba su cuenta.
La idea resultó ser brillante, pues la cuenta de Brittany Nunn se estaba empleando desde México. El investigador decidió pedir a continuación una orden para localizar también su cuenta de Netflix, lo cual permitió encontrarla en Cabo San Lucas. Tras seguirle la pista a un paquete que Nunn esperaba, fue relativamente sencillo encontrarla.
La detención no fue inmediata, pues las autoridades establecieron un plan para extraditar a los secuestradores y para llevar a las niñas de vuelta a casa. Tras una vigilancia de meses, fueron arrestados y extraditados a Estados Unidos, donde las niñas se reunieron con sus respectivos padres. En estos momentos están detenidos sin fianza y a la espera de juicio.