La medida implementada este lunes por la guerrilla podría provocar avances significativos en las negociaciones en La Habana, tras lo cual vendría una tregua bilateral como antesala a la firma del acuerdo de paz definitivo.
Al menos esto es lo que espera el gobierno colombiano, según un calendario anunciado por el presidente Juan Manuel Santos la semana pasada. Si no hay progresos podrían venirse abajo las negociaciones, advierte el mandatario, que se enfrenta en octubre a unas elecciones regionales a las que llega debilitado.
«Nuestras fuerzas armadas están listas para un gradual desescalamiento, si las FARC cumplen», dijo Santos al país en un discurso televisado el jueves pasado. Pero si la guerrilla no cumple su parte, los militares estarán listos para enfrentarla, «con la determinación y contundencia con que siempre lo han hecho», agregó el mandatario.
Agencias