En esta compleja situación se hablan de ordenes directas, actitud de desalojo, las cuales son repudiadas por vecinos y las mismas ofendidas, quienes no salen del asombro ante lo sucedido; lamentando no obtener el apoyo inmediato de quien pudiera aclararle la situación.
Se dice que la propiedad fue vendida por su difunto marido a los hijos mayores, pero la afectada afirma que el difunto le aseguró que todo quedaba especificado en el testamento, el que supuestamente dice que la herencia será entregada a todos sus hijos por partes igualitarias.
Las autoridades policiales hicieron presencia en el lugar para resguardar el orden y evitar algún altercado mayor. La ofendida afirma que fue sacada de la vivienda a empujones, jalones y golpes por 6 individuos quienes se subieron a un vehículo con placa M 210-117.
Considera ella, que cualquier decisión del juez hubiese sido acatada por ella, posteriormente a la audiencia de mediación planificada para hoy miércoles, pero los hijos mayores de su difunto marido no pudieron esperar ese momento, por lo que contrataron a guardas de seguridad para impedirle como ella afirma la estancia en su casa, ni la entrada a la misma, dejando a su pequeña hija de 10 años aproximadamente a la intemperie en la acera de la vivienda a compasión de vecinos y amigos, quienes llegan a respaldarla, le permiten el baño y le proporcionan uno que otro alimento.
Agregó la ofendida que aún no le han permitido entrar a la casa, arbitrariedad que no fue soportada por ninguna orden de desalojo, ni documento legal alguno.
Claudia María Chávez