Fieles católicos granadinos se congregaron en uno de los templos de esta ciudad, para dedicarle a la Madre de Cielos y Tierra como ellos la llaman, un concierto melodioso interpretado por el grupo musical Opotosis.
En un plano de recogimiento, los guías espirituales en cada templo desarrollaron diversas actividades encaminadas a continuar avivando la fé de esos corazones que viven consagrados al cumplimiento de los mandatos y en cuya misión se combinan este tipo de acontecimientos en los que a una sola voz le agradecen a la señora.
El frontis del altar principal inundado de cantos celestiales y nicaragüenses formaron parte de esta celebración, en la que el respeto y el gozo son herramientas primordiales que predominan en momentos especiales y convivenciales de adoración y conexión con la deidad suprema.
Claudia María Chávez