Con una frecuencia de hasta dos meteoritos por minuto, podrá admirarse del 11 al 13 del presente mes, la lluvia de estrellas Perseidas, una de las tres más copiosas de cada año.
El astrónomo yucateco Eddie Ariel Salazar Gamboa destacó que las Perseidas, por ubicarse en la constelación de Perseo, es también uno de los fenómenos astronómicos con mayor misticismo para las religiones, tanto maya como católica.
La lluvia de estrellas que emanan de la constelación de Perseo se debe a los residuos que a su paso dejó el cometa Swift Tuttle 1862 II, el cual volvió en fechas posteriores, como el 15 de diciembre de 1992, lo que alimentó al fenómeno, detalló.
Refirió que el de Perseidas se debe a que la zona del cielo de donde parecen salir los meteoritos es la constelación del famoso héroe mítico griego Perseo, y su popularidad se debe a su intensa actividad.
Se trata de una de las lluvias de estrellas más antiguas, pues los chinos la registraron hace dos mil años aproximadamente, y es obvio que los sacerdotes-astrónomos mayas también se percataron de éste acontecimiento, sólo que se carece de documentos, que den cuenta de ello, comentó.
Cuando se observa la constelación de Perseo, se puede ver la caída de meteoritos, no de estrellas. También es conocido como las lágrimas de San Lorenzo que ocurre justo con la celebración religiosa en honor de este santo católico, patrono del poblado de Tahmek, a quien también se le venera en Yobaín, Yucatán.
Salazar Gamboa reveló que en realidad las Perseidas se observan del 17 de julio al 24 de agosto, aunque el punto con mayor frecuencia de asteroides visibles se registra del 11 al 13 del presente mes.
Durante el año, explicó, se presentan 29 mal llamadas lluvias de estrellas, pues debe de ser de meteoritos, de las cuales cuatro son las más copiosas.
Las de mayor intensidad son las Cuadrántidas, el 3 y 4 de enero; Perseidas, el 11 y 13 de agosto: Oriónidas del 17 al 25 de agosto, así como Gemínidas, el 13 de diciembre, al observar entre 60 a 100 meteoritos por hora.
Respecto de la Perseida detalló que los asteroides que se observarán tendrán una magnitud de brillo de 2.2, aunque algunos serán más brillantes, y de mayor duración, y todos ellos se sublimarán en la atmósfera cuando la atraviesen.