El intenso temporal de lluvia, con fuerte actividad eléctrica, que se abatió la noche del miércoles y parte del jueves en Argentina, causó inundaciones en la capital y su alrededores, además de zonas del centro-este del país.
Desde la noche del miércoles las precipitaciones acumuladas fueron superiores a 50 milímetros y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) alertó sobre la continuidad de lluvias en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.
El fenómeno se produjo cuando se están registrando temperaturas que rondan los 17 grados centígrados y con una humedad relativa del 100%, en pleno invierno austral.
Cerca de 20 familias debieron ser evacuadas en la localidad de Berisso, en la periferia sur de la capital, donde barrios como Quilmes y Lomas de Zamora sufrieron inundaciones, según Defensa Civil.
En la provincia de Buenos Aires, vecina de la capital, también resultaron anegadas ciudades como Tigre, Pilar y San Antonio de Areco.
La crecida de los ríos Luján y Areco dejaron barrios sin luz y rutas de intenso tráfico están cortadas por la inundación.
La intensa actividad eléctrica dificultó las tareas en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza (periferia sur) y en el Aeroparque de Buenos Aires, donde varios vuelos fueron demorados.
El pronósticos del SMN señala que las condiciones meteorológicas continuarán inestables al menos hasta el domingo, con lluvias y mejoramientos temporarios, y temperaturas que rondarán entre los 16 y 23 grados.
Los fuertes aguaceros, con ráfagas de viento, se sintieron en el partido de fútbol jugado en el estadio Monumental de Buenos Aires, donde el miércoles en la noche River se convirtió en campeón de la Copa Libertadores tras vencer 3-0 a los Tigres de México.
El diluvio no impidió que miles de hinchas celebraran cerca del estadio e incluso se animaran a salir a la calle donde regía un alerta de mantenerse alejado de zonas arboladas y a resguardo por la «fuerte actividad eléctrica», indicó la Ciudad de Buenos Aires.
Buenos Aires, Argentina | AFP