El niño indio Mohammad Kaleem, de ocho años, tiene gigantismo en las manos. Tuvo la desventura de nacer en la pobreza de la India rural (Jharkhand) donde la superstición se impone en todo sentido.
Por esta razón, al sus padres no poder hacer nada por él, ya que ni siquiera ganan el salario mínimo, era visto como el «hijo del diablo» y no lo dejaron entrar en la escuela por «asustar a los otros niños». Y eso no era lo peor: a medida que iba creciendo se le dificultaba tomar un baño o vestirse solo.
Sin embargo, su caso llamó tanto la atención local, que el doctor Raja Sabapathy se ofreció a reducir las manos de Kaleem a su tamaño normal. La cirugía será complicada, ya que el pequeño debe mover sus manos y hacer sus tareas con normalidad.
Esta cirugía dura ocho horas. Primero se hará en una mano y luego en la otra y toda su historia estará retratada en un documental.
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