Tex es un bebé de tan solo unos días. Nació, como muchos otros, por cesárea. Fue un bebé sano, de 3,6 kilogramos y 52 centímetros.
Lo que hace especial esta historia es que fue su madre la que asistió su propio parto en un hospital privado de Nueva Gales del Sur, Australia.
Le saqué lentamente y le coloqué en mi pecho, cuenta. Me cuesta encontrar las palabras, de verdad, fue simplemente increíble, expresa al respecto.
Jane y Matthew Prichard dieron la bienvenida al mundo a su segundo hijo, Tex, el 23 de septiembre en un hospital privado de Nueva Gales del Sur, Australia.
En circunstancias normales, en los partos por cesárea, el doctor revisa al bebé antes de tener el primer contacto con su madre.
En esta ocasión, cuenta Jane, tras realizarla el corte quirúrgico, la dijeron es tu turno, según publica el Daily Mail Australia.
La cabeza y los hombros estaban fuera así que, cuenta, puse mis manos bajo los brazos de Tex y le saqué.
Tuve que hacer un poco de fuerza, le saqué lentamente y le coloqué en mi pecho.
Estaba llorando antes de la intervención, fue muy emotivo, expresa.