Con la próxima conferencia mundial del clima como telón de fondo y bajo un día de sol de verano indio, los parisinos debieron guardar el automóvil en sus estacionamientos. Entre las 11 de la mañana y las seis de la tarde de hoy estuvo prohibido conducir un auto en París. El sueño de la alcalde Ana Hidalgo: una jornada sin coches para que los parisinos y los turistas descubran la capital francesa como peatones.
Después de Bruselas y Bogotá, que ya aplicaron como pioneras este ejercicio, París se transformó en un amplio espacio peatonal, sin bocinazos, sin embotellamientos de tránsito, y con familias que paseaban en bicicleta o a pie por el medio de la calle disfrutando el día.
Hubo zonas completamente peatonales: el bajo de la avenida de los Campos Elíseos, las vías de la ribera derecha e izquierda del Sena, los alrededores de Notre Dame y el Hotel de Ville, sede de la alcaldía. La prohibición se extendió a Montmartre, el canal Saint Martín, la torre Eiffel y el centro de París.
Los únicos que podrían transitar eran los ómnibus, las compañías turísticas con sus buses, taxis y algunos vecinos que quedaron encerrados en el perímetro y debían salir, que estaban forzados a respetar una velocidad de 20 kilómetros por hora.
Un aire de vacaciones el domingo en París. En reemplazo de los autos aparecieron los Roller, los Sedways, las bicicletas y los simples peatones, que disfrutaron esta opción de Paris verde. Una posibilidad que coincidió con otra fiesta muy francesa: La fiesta de la Gastronomía.
La idea fue de la asociación Paris sin autos y retomada por Ana Hidalgo, la alcalde de la ciudad, cuando el gobierno francés va a recibir a mas de 170 jefes de Estado y primeros ministros en la conferencia del clima en Paris (COP 21) entre el 30 de noviembre al 11 de diciembre próximo. Una iniciativa que coincide con el deseo de Hidalgo de imaginar una capital francesa sin autos en un futuro próximo.