Shirley Batchelder está consciente de que ha vivido una vida larga y maravillosa. A sus 94 años se siente una persona feliz, tiene la lucidez de una joven de veinte y se encarga de actividades recreativas en el asilo donde vive.
Sin embargo, a pesar de que se siente totalmente satisfecha con las experiencias vividas, hay algo que todavía sigue en su lista de deseos: el enviar un mensaje por televisión al mundo, éste duraría 5 segundos y constaría de tan sólo 3 palabras.