Uno de los conflictos por patentes más duros de los últimos años quedó resuelto entre Microsoft y Google, que anunciaron en un comunicado que abandonan unas 20 demandas que habían presentado en Estados Unidos y Alemania.
Motorola, que fue durante un tiempo filial de Google, exigía pagos por patentes de Microsoft por la consola de juegos Xbox. A su vez, Microsoft reclamaba derechos sobre algunas funciones de los smartphones de Motorola. Y eso afectaba al sistema operativo Android, el más extendido en todo el mundo.
Google compró Motorola en 2012 y el año pasado la vendió al fabricante de computadoras Lenovo, pero se quedó con la mayor parte de sus patentes. Ahora Google y Microsoft anunciaron que quieren colaborar en diversas cuestiones relacionadas con las patentes. En su comunicado no informan sin embargo de las condiciones del acuerdo, por ejemplo si alguna parte pagará algo a la otra.
La agencia especializada Bloomberg informó que quieren cooperar entre otros en el desarrollo de una tecnología sin licencia para la compresión de videos. Google ya trabaja en ello con el servicio de streaming Netflix y con la plataforma Amazon.
Las dos empresas se proponen asimismo trabajar juntas contra los llamados «trolls de patentes», un término despectivo con el que se alude a compañías cuyo modelo de negocio consiste en comprar derechos y exigir luego dinero a otras firmas por usar esa tecnología.
Microsoft había negociado con fabricantes de aparatos Android y cerrado acuerdos individuales de patentes, de modo de sacar también ganancias del avance del sistema operativo de Google en el mundo. Motorola se negó a pagar licencia alguna y fue demandada en 2010 por Microsoft. Como respuesta, Motorola presentó luego una contrademanda.
Aún peor que este conflicto llegó a ser en Estados Unidos el que enfrentaba a Apple con Samsung y que finalmente también acabó en un acuerdo. Al igual que con Google y Microsoft, en este caso la pelea era asimismo por funciones clave de Android.