Al menos siete personas murieron y más de 20 resultaron heridas este jueves a raíz de un tiroteo en una universidad en el estado de Oregon, en el noroeste de Estados Unidos, y el responsable por el ataque resultó abatido, informaron fuentes policiales.
El autor de los disparos en el Umpqua Community College, en la localidad de Roseburg, está muerto, dijo el comisario John Hanlin, quien sin embargo no ofreció detalles sobre la identidad del atacante ni el número oficial de víctimas.
He escuchado números muy variados y no quiero reportar un número que no es correcto, dijo Hanlin, quien añadió que no había reportes sobre policías heridos en el tiroteo.
De acuerdo con Hanlin, los agentes de seguridad que atendieron a los primeros llamados de ayuda llegaron al lugar y localizaron al atacante en uno de los edificios. Hubo un intercambio de disparos y el sospechoso resultó abatido.
El funcionario policial también señaló que no tenía elementos para confirmar insistentes rumores sobre supuestos avisos que el atacante formuló en redes sociales desde la noche del miércoles. No he escuchado comentarios sobre eso, dijo Hanlin.
Por su parte, en una breve declaración a la prensa la gobernadora de Oregon, Kate Brown, dijo que el responsable por la matanza era un hombre de 20 años de edad.
El episodio dejó un saldo de entre siete y 10 muertos, dijo el teniente de policía Bill Fugate a la red local de televisión KATU. Por su parte, la red CNN reportó que por lo menos 20 recibieron heridas gravedad, incluyendo una mujer que sufrió un disparo en el pecho.
Ray Shoufler, responsable del cuerpo local de los Bomberos, informó que sus hombres retiraron del edificio a 11 heridos, pero que dos de ellos no murieron cuando recibían atención médica.
En el interior del centro educativo, añadió, había numerosos heridos en muchas aulas y por ello los servicios de socorro improvisaron un centro de atención de urgencia en el local para los casos más graves.
En la pequeña localidad de Roseburg, dijo Shoufler, prácticamente todos nosotros tenemos parientes que estudian allí. Es un escenario típico en el que todo el mundo conoce a todo el mundo.
Por esa razón, algo como esto afecta a mucha, mucha, mucha gente, comentó.
Marilyn Kittelman, madre de un alumno de la institución, dijo a la prensa que su hijo logró esconderse en un anexo del edificio y le mandó un mensaje por un teléfono celular sobre lo que estaba ocurriendo.
De acuerdo con Kittelman, su hijo le aseguró haber escuchado unos 30 disparos.
En tanto, Lorie Andrews, quien vive próxima de la universidad, explicó a la prensa que escuchó los disparos y pensó que se trataba de fuegos artificiales. Todo duró alrededor de un minuto, dijo, y luego percibió la llegada de automóviles de la policía y las ambulancias.
Andrews contó que vio como los servicios de socorro retiraban un estudiante bañado en sangre y cubierto con una frazada.
Todos los estudiantes que buscaban huir del edificio eran rigurosamente revistados por la policía, que también detuvo varios autobuses escolares.
En tanto, agentes fuertemente armados efectuaban un barrido en todas las instalaciones del complejo, incluyendo los estacionamientos, donde eran utilizados perros entrenados para revistar vehículos.
Situada en un área semirural, el centro de estudios tiene unos 3.300 estudiantes.
Los tiroteos en las escuelas son una triste realidad en la vida estadounidense, y muchas instalaciones han sido reforzadas en los últimos años, en particular después del sangriento ataque a la escuela elemental de Sandy Hook, en 2012.
En ese incidente, 20 estudiantes y seis adultos resultaron muertos en un ataque perpetrado por Adam Lanza, de 20 años.