Una de los mitos por excelencia de algunos pasajeros es mantener sexo en los baños de un avión. Si a esta fantasía le añades la participación de un auxiliar de vuelo, la temperatura se dispara hasta cotas insospechadas o no. Pero en este caso, nuestra protagonista, una azafata cuya identidad no ha sido revelada, debió pensar que podría explorar su sexualidad y ya de paso ganar un cuantioso sobresueldo.
Lo que no debió valorar es que acabaría constándole el puesto. Y es que, cuando la compañía aérea para la que trabajaba, solo ha trascendido que es una aerolínea de Arabia Saudí, tuvo constancia de que su empleada estaba ganando cerca de 900.000 euros al año por mantener relaciones sexuales con los pasajeros, decidió despedirla de forma fulminante.
El jugoso negocio fue descubierto cuando la azafata mantenía sexo con uno de sus clientes en los servicios de un avión. Ahora no solo ha perdido su empleo, sino que las autoridades sauditas podrían expulsarla del propio país, según informa el Daily Mail.
La patilla