Muchas beliebers iban por el mundo diciendo con mucho orgullo que su ídolo, el Justino Bieber, ya había dejado los vicios y que había vuelto al buen camino. Vamos, ya hasta querían canonizarlo. Lástima que les duró poco el gusto.
Y es que Justino quiso destramparse y ponerse loco durante su última visita a Nueva Zelanda, y para sentirse más hombre fue a la presentación del duo de hip hop Rae Sremmurd. A mitad del show Justino subió al escenario vistiendo una playerota Yazbek talla extra grande y una botella de coñac a la cual le dio unos tragos y la roló con sus cuates hiphoperos.
Por varios segundos Justino no sabía qué hacer y bailaba torpemente, luego le pasaron un cigarro de marihuana al cual le entró con singular alegría y lo puso chido. Ya con más confianza se puso a cotorrear y aunque no lo pelaban mucho, él en su mundo se sentía soñado y malo, muy malo.
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