Las incesantes lluvias en el sureste de Estados Unidos dejaron numerosas zonas bajo el agua el sábado y los meteorólogos alertan de que nuevos aguaceros podrían desencadenar históricas inundaciones en las próximas 24 horas.
Los estados de Carolina del Norte y del Sur se han llevado la peor parte, aunque casi todos los Estados de la Costa este han sido afectados, y las previsiones alertan de que lo peor todavía no ha llegado.
Se trata de un sistema meteorológico separado del huracán Joaquín, una poderosa tormenta que azotó las Bahamas, destruyendo numerosas casas, y que este domingo se debilitó en su camino hacia Bermudas.
Según los medios, los vientos e inundaciones han causado cuatro muertes desde el jueves en Estados Unidos.
Pero los pocos transeúntes que paseaban por las calles inundadas del centro se lo tomaban con humor.
La entrada de un hotel de lujo fue protegida con sacos de arena y barras de hierro reforzadas con espuma resistente al agua.
«Estamos acostumbrados a las inundaciones en estas calles» debido a la marea que crece, asegura Steven Huddleston, director del hotel Spectator. «Por lo general desaparece después de una hora o así, pero como no ha parado de llover durante tres días, no se va».
Charleston, Estados Unidos | AFP