¿Quién no necesitó un hombro masculino (preferiblemente musculoso) donde apoyarse en esos momentos de stress y llanto? Todas. Pero, ¿qué pasa si no estamos en pareja y si nuestros amigos varones están demasiado ocupados para consolarnos? Alquilamos uno por un par de billetes.
Los Ikemeso (palabra derivada de ikemen, algo así como guapos y mesomes, llorar) son hombres lindos que desde hace unos días las japonesas pueden alquilar durante un rato para que las acompañen en un llanto de alivio por apenas 55 euros la hora.
El servicio de alquiler ofrece tres perfiles sociales distintos – dentista, chico malo o viejo sabio intelectual- y está pensado para mujeres japonesas y, por lo que podemos dilucidar, heterosexuales.
La insólita idea nace porque muchas de las mujeres japonesas tienen que soportar cargas extra de presión en sus lugares de trabajo solo por su condición femenina.
El responsable del proyecto, Hiroki Terai, asegura que su servicio es de fiar y que si sos una mujer japonesa un pedido de Ikemen puede ayudarte de la siguiente manera. Primero te va a ayudar a que llores, aunque no se especifica si existe un protocolo para lograrlo o si la usuaria debe asegurar el desenlace mediante alguna prueba previa.
Luego, cuando tus glándulas lagrimales hayan lubricado y oxigenado tus ojos (y seguramente también tu cerebro) tu Ikemen procederá como los seductores en las películas, y colocará una mano en la pared, detrás de tu cuerpo. Te tocará la mejilla con dulzura y limpiará tus lágrimas con un pañuelo de papel. Fin de la transacción.
Ahora solo falta, que esta necesidad de llorar y desahogarse deje de atribuirse solamente a la población femenina, ya que los hombres también lloran, aunque el hit de The Cure diga lo contrario.