Las autoridades mexicanas incautaron este jueves cerca de un millón de litros de alcohol ilegal presuntamente adulterado en una bodega de la Ciudad de México, que aparentemente vendía las botellas a bares capitalinos que ofrecen servicio de barra libre a sus clientes.
En un operativo conjunto de la fiscalía general, la secretaría de salud y el servicio de aduanas, verificadores sanitarios «aseguraron 985.145 litros de bebidas alcohólicas (producto terminado y en proceso) por no acreditar el origen ni las buenas prácticas de fabricación», informó la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en un comunicado.
«Lo que estamos encontrando en este tipo de negocios ilegales es que su principal insumo es alcohol destilado, de 96° y con eso producen», explicó el jefe de la Cofepris, Mikel Arriola, a la emisora Radio Fórmula, destacando los riesgos para salud de consumir ese alcohol.
El gran volumen del decomiso, superior a los 850.000 litros incautados en abril entre Veracruz (este) e Hidalgo (centro) y a los 336.565 litros en julio en los turísticos Cancún (sureste) y Puerto Vallarta (oeste), «hace que este aseguramiento sea el más grande de la historia», destacó el funcionario.
El operativo tuvo lugar en una bodega de una colonia del este de la capital, que fue clausurada temporalmente y a cuyos dueños se les prevé multar con 50 millones de pesos (unos 3 millones de dólares).
Mientras que en los decomisos anteriores las autoridades creían que el alcohol iba a hoteles costeros que ofrecen paquetes ‘todo incluido’, en la Ciudad de México se cree que «se distribuye en la zona metropolitana en establecimientos de barras libres (donde compran las botellas) a un 5% o 10% del precio del mercado formal», dijo Arriola.
México, México | AFP