Philippe Morgese se convirtió en padre soltero cuando su hija, Emma, tenía sólo un año de edad. Emma tenía mucho pelo y Philippe se dió cuenta de que tendría que aprender a peinarla. Con el tiempo no solo aprendió a hacer muchos peinados, sino que también le enseña a otros padres cómo hacerlo.
Morgese comenzó con las coletas y horquillas más básicas, pero desde entonces ha aprendido a hacer peinados más complejos, como trenzas francesas. Tras conseguir un aula gratis en la Academia internacional de belleza en Florida, Morgese ya ha dado su primera clase con éxito. Lo llama Fábrica de peinados de papá e hija.
Planeta Curioso