Las FARC denunciaron el viernes una serie de bombardeos y sobrevuelos a sus campamentos, los que consideraron una «peligrosa amenaza» al proceso de paz que llevan adelante con el gobierno, y volvieron a reclamar un cese bilateral del fuego.
En un comunicado en su cuenta oficial de Twitter, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia alertaron sobre «el desarrollo de constantes operativos de agresión por parte de las fuerzas militares oficiales en contra de las unidades guerrilleras que se encuentran en cese al fuego unilateral».
Según las FARC, el 9 de octubre tres aviones bombardearon una zona rural en el departamento de Meta, al sur de Bogotá, pese a que el 25 de julio el presidente Juan Manuel Santos había ordenado suspender los bombardeos contra los campamentos del grupo insurgente.
Los rebeldes también denunciaron que en el sur del país los militares ofrecen a los pobladores subsidios, herramientas y semillas a cambio de que les digan dónde están los guerrilleros.
Según las FARC estos hechos urgen un cese bilateral del fuego. «No se puede continuar en guerra mientras se habla de paz. El mejor acto de desescalamiento es parar la arremetida militarista que agita innecesariamente las aguas y se convierte en peligrosa amenaza sobre un proceso que ha demostrado avanzar irreversible hacia la paz de nuestra patria».
El gobierno no se pronunció de inmediato sobre la denuncia del grupo armado.
El 20 de julio las FARC iniciaron un cese unilateral del fuego como un gesto de buena voluntad hacia el proceso de paz que desde fines de 2012 adelantan en La Habana con el gobierno de Santos.
El 23 de septiembre, en la capital cubana, las partes dijeron haber superado el escollo más difícil del proceso de paz al llegar a un acuerdo sobre la justicia transicional, la forma en que los guerrilleros y demás actores del conflicto colombiano pagarán por los crímenes cometidos a lo largo de más de 50 años de hostilidades.
En esa oportunidad Santos y el máximo jefe de las FARC,»Timoleón Jiménez» o «Timochenko», le pusieron fecha a la firma de un acuerdo que ponga fin al conflicto: el 23 de marzo del año entrante.
BOGOTA, Colombia (AP)