Fue una luna de miel que probablemente nunca olvidará la doctora Angelica Zen y no sólo por las románticas vacaciones que pasó en Bali: en el vuelo de regreso a su casa en Los Ángeles la semana pasada, la doctora atendió su primer parto de un bebé sin ayuda, cuando otra pasajera dio a luz inesperadamente sobre el océano Pacífico.
El vuelo de China Air, que había despegado de Taiwán, fue redirigido a Alaska. La madre y su hija recién nacida fueron llevadas a un hospital y el vuelo continuó a Los Ángeles.
«Cuando la bebé nació sana, me sentí muy aliviada», dijo el jueves Zen de vuelta en su trabajo en la Universidad de California en Los Ángeles.
La residente de cuarto año ya había asistido el nacimiento de dos infantes, ambos bajo supervisión de médicos más experimentados.
Zen intentaba dormir un poco hacia el final de su vuelo de conexión de 14 horas de Bali cuando escuchó un aviso preguntando si había un médico o un enfermero a bordo.
La mujer estaba sentada en primera clase, donde las mesas hacían que fuera imposible trabajar, así que Zen solicitó que la movieran a la cabina principal y la colocaran sobre el piso. Los aeromozos rápidamente ayudaron, ofreciendo toallas, cobijas e instrumentos improvisados mientras los pasajeros grababan videos con sus teléfonos.
«La bebé nació y todos aplaudieron», dijo el pasajero Edmund Chen, quien filmó el parto desde su lugar una hilera atrás.
El video, compartido con The Associated Press, muestra a media decena de aeromozos con mascarillas y hablando mandarín mientras ayudaban a Zen. Los empleados y pasajeros vitorearon y aplaudieron cuando la doctora le entregó la recién nacida, llorando, a una de las aeromozas.
No quedó claro de inmediato si el nacimiento ocurrió a un radio de 19 kilómetros (12 millas) de Alaska, lo que por ley haría a la bebé ciudadano estadounidense.
LOS ÁNGELES (AP)