A todas las hembras les llega el instinto maternal, tal como le sucedió a Koko, una gorila de 44 años que aún no ha sido madre biológicamente, pero que ha adoptado a 2 gatitas para incluirlas en su familia.
The Gorilla Foundation, una organización internacional que ha explorado la comunicación entre las especies por más de 40 años a través del uso de lenguaje de señas, le regaló a las felinas recién nacidas bautizadas como Gray y Black.
Fue en 1984 cuando la gorila recibió a un primer gatito, All Ball, y dejó sorprendidos a los investigadores por el vínculo que creó con el pequeño felino.
Esta historia de adopción fue difundida el pasado 13 de octubre a través de YouTube y hasta el momento, supera los 3 millones de reproducciones.