Victoria Caroline Haltom, fotógrafa de San Francisco, confesó que durante un tiempo se sintió muy mal, todo por la carta que recibió de dicho esposo.
Sucede que, a pesar de su belleza natural, la mujer quería que arreglara sus fotos en Photoshop, como suelen hacer muchas mujeres. Ella me dijo: Quiero que borres con Photoshop toda mi celulitis, mis molestas estrías rojas, mi grasa y todas mis arrugas, contó en Facebook.
La fotógrafa hizo que desapareciera hasta la más mínima marca, suavizó cada hoyuelo de celulitis y borró todas las arrugas.
La mujer quedó fascinada con las fotos pero el esposo no. A través de correo, el marido le expresó su consternación porque había eliminado los defectos de su esposa, puesto que para él son símbolos de toda una vida juntos.
Estas fotografías son hermosas y no hay duda de que han sido tomadas por un fotógrafo talentoso, pero en ellas no está mi esposa. Usted ha hecho que cada uno de sus defectos desaparezcan y, aunque estoy seguro de que es exactamente lo que ella le pidió, le ha quitado todo lo que define nuestra vida, le recriminó en su carta.
Cuando borró las estrías, se llevó con ellas la evidencia de mis hijos. Cuando eliminó sus arrugas, borró más de dos décadas de risas y preocupaciones. Cuando le quitó la celulitis, borró su pasión por los horneados y todas las golosinas que hemos comido en los últimos años. No le estoy diciendo esto para que se sienta mal, solo estaba haciendo su trabajo y lo entiendo. De hecho, estoy escribiéndole para agradecerle. Al ver estas imágenes comprendí que, en verdad, no le digo a mi esposa lo mucho que la amo y la adoro, tal y como es, agregó.
La fotógrafa cuenta en su post que durante meses, cada vez que volvía a leer ese correo lloraba como bebé. Resulta que, aunque parecía descabellado, era profundo y totalmente cierto. De ahí que quiso compartir su experiencia con todo el mundo.
Agencias