Al menos ocho personas resultaron heridas a causa de una fuerte explosión que derribó hoy una edificación de dos pisos y destruyó por completo dos restaurantes y una farmacia en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, informaron los bomberos.
La explosión se registró hacia las 3.00 hora local (5.00 GMT) en una zona comercial de Sao Cristovao, uno de los barrios más antiguos, en el norte de Río de Janeiro.
Ocho personas fueron retiradas por los bomberos con vida de entre los escombros, entre ellas un niño, y conducidos al hospital municipal Souza Aguiar, en donde dos llegaron inconscientes.
Además de los locales comerciales que funcionaban en la edificación, la explosión, que pudo ser escuchada hasta a dos kilómetros de distancia, también destruyó once pequeños apartamentos y provocó daños en al menos 40 inmuebles vecinos, algunos ubicados a hasta 100 metros del lugar del accidente.
Los bomberos aún buscan posibles víctimas entre los escombros con la ayuda de perros entrenados para rescate y en medio de pequeños focos de incendio y una gran humareda.
«Fue desesperante. El techo del cuarto de mis hijos se desplomó y mi hijo de 21 años consiguió abrazar y proteger a mi hija de 17. Quedamos presos mucho tiempo entre los escombros hasta que los bomberos nos encontraron. Mi familia nació de nuevo», relató Marlene Aires, propietaria de uno de los apartamentos de la zona afectada.
Según las primeras informaciones de los bomberos, la explosión al parecer fue causada por una acumulación de gas en la cocina de uno de los restaurantes y donde se depositaban pipetas o bombonas de combustible.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, que acudió al lugar del accidente, calificó de «impresionante» la escena por la cantidad de hierro retorcido y escombros.
El barrio de Sao Cristovao quedó sin servicio de energía eléctrica y con las calles bloqueadas, y las escuelas públicas hoy no abrieron.
Caracol