La actriz Salma Hayek se quedó de piedra al presenciar cómo un niño pequeño insultaba a su hija Valentina , fruto de su matrimonio con el empresario francés François-Henri Pinault, sin que su madre hiciera nada por corregir su comportamiento.
«Recientemente mi hija fue insultada por otro niño. Insultos racistas. Intenté amablemente hacer que el otro niño se callara, pero no había manera. Y su madre no intentó hacer nada para pararle, me pareció todo una locura. Tuve que coger a mi hija de la mano y marcharme de allí para que la situación no empeorara», reveló la mexicana en una entrevista a la revista francesa Society.
A pesar de lo mucho que le dolió el incidente a Salma, la pequeña Valentina supo calmar a su madre asegurándole que las palabras del otro niño no le habían molestado porque era consciente de que no eran más que «bobadas».
«Cuando ya nos habíamos alejado lo suficiente, miré a Valentina y le dije:»Siento no haber sido más firme con ese niño que te ha insultado». Pero ella me devolvió la mirada y me respondió: «No te hagas mala sangre, mamá. Era tan tonto que ni le he prestado atención. Era un est*pido que solo decía bobadas», explicó la intérprete.
La propia Salma ha sido víctima de la discriminación en varias ocasiones debido a su nacionalidad mexicana y sus raíces libanesas, una combinación que no le puso fácil triunfar en la meca del cine.
«Vengo de México, cariño. Cuando eres mexicana y árabe en Estados Unidos… digamos que es un largo camino hasta alcanzar la cumbre. No había nadie cuando yo llegué, y ahora hay muchos más de los nuestros», confesaba al Evening Standard.