Hay ocasiones en las que la conexión a Internet falla dependiendo del lugar de tu casa en el que te encuentras. Sí, probablemente seas de l@s que tiene que hacer malabares (o diabluras, en algunos casos) para que te llegue a tu cama, estás de enhorabuena.
En vez de tirar tu última ‘yonkilata’ de cerveza, recíclala y córtala tal y como se indica en el vídeo que tienes justo arriba. ¿El objetivo? Colocar los trozos que hayas cortado alrededor de la antena de tu router.
¿Funciona? Sí. ¿Cómo algo tan chapuza puede funcionar? ¡Todo tiene su explicación! Las antenas de los router son habitualmente omnidireccionales, es decir, que envían la señal de Internet en todas las direcciones, algo que permite que el material con el que están fabricadas las latas (especialmente su interior) se conviertan en una especie de antena reflectora que potencia hasta cuatro veces la señal WIFI que envía desde el router.
Agencias
