La holandesa Darcia Schouten se encontraba haciendo un voluntariado ayudando en el desembarque de los inmigrantes sirios en las costas de Lesbos, en Grecia, cuando de repente llegó a sus brazos un chaleco salvavidas que creía vacío: No entendí por qué me pasaban un chaleco tan pequeño y allí estaba, un bebé recién nacido.
Al rato vio a la madre del pequeño, no tenía a un interprete cerca que me ayudase a hablar con ella, pero enseguida buscamos a un pediatra que les hiciera un chequeo médico a ambos para ver si estaban bien, dijo Darcia.
Milagrosamente madre e hijo se encontraban en perfectas condiciones. Según Darcia, todo sucedió muy rápido y apenas tuvo tiempo para hablar con la familia y conocerlos más. Aún así guarda esta hermosa foto en que aparecen todos dentro de su coche.
Al parecer el pequeño bebé llamado Mohammed, nació gracias a la ayuda de una anciana, en un pequeño hospital turco ubicado justo en la frontera norte de Siria. La joven mamá de 28 años, pasó 4 días sin recibir asistencia médica por miedo a ser arrestada si iba a un hospital más grande.
Antes de su viaje a Europa la familia de Mohammed ahorró durante dos meses, después de que su casa se incendiara en un bombardeo y lo perdieran todo. Según contó el papá de Mohammed a un voluntario, el viaje en barca fue peor que las bombas de Siria, pero no había vuelta atrás: La solución era seguir o que nos mataran.