Más de 20.000 personas manifestaron este martes en las calles de Bucarest para exigir la dimisión del primer ministro socialdemócrata Victor Ponta tras el incendio que causó 32 muertos el viernes en una discoteca.
«Ponta dimisión», «Oprea dimisión», «¡asesinos!», gritaron los manifestantes en la plaza de la Victoria, sede del gobierno en el centro de la capital.
Gabriel Oprea es ministro del Interior y viceprimer ministro.
La protesta, convocada a través de las redes sociales, continuó luego hacia el ministerio del Interior, el parlamento y finalmente el ayuntamiento del distrito donde está situada la discoteca Colectiv, que sufrió el viernes un incendio mortal, durante un concierto de hard rock.
Algunos manifestantes enarbolaron la bandera rumana agujereada, símbolo de la revolución popular contra el régimen del dictador Nicolae Ceausescu en 1989.
El jefe de Estado conservador, Klaus Iohannis, pidió en su página Facebook una reacción de los responsables políticos «que no pueden ignorar este sentimiento de revuelta».
Un espectáculo pirotécnico provocó el incendio en la discoteca, donde también resultaron heridas unas 200 personas.
La discoteca fue abierta en una antigua fábrica de zapatos en el centro de Bucarest. El lugar funcionaba sin las autorizaciones necesarias para acoger conciertos, y mucho menos shows pirotécnicos.
Los tres propietarios del club, acusados de homicidio involuntario, permanecían en detención preventiva el martes.
Bucarest, Rumania | AFP