El rapero Lil Wayne ha sufrido las consecuencias de no pagar las facturas por el uso de un jet privado al recibir en su domicilio de Miami la visita de la policía, quien buscaba requisar bienes de su colección de arte valorada en 30 millones de dólares para cubrir la indemnización de 2 millones de dólares adeudados a la empresa de alquiler de aviones Signature Group, además de los 200.000 dólares de costos legales.
En las grabaciones de su finca tomadas desde un helicóptero se ve a las autoridades requisando obras de arte y colocándolas en un camión.
Junto a la policía acudió un experto en arte, que valoró los objetos, para poder requisar los necesarios para saldar la deuda, según informa TMZ.
Wayne -quien pasó ocho meses en prisión en 2010 por posesión de armas y marihuana- no se encontraba en casa durante la redada, sino en Los Ángeles, donde fue visto en un club de striptease este lunes.
Y aunque el equipo de seguridad del músico trató de impedir a la policía el paso al domicilio, una orden judicial manifestaba que los ayudantes del sheriff del condado de Miami-Dade podían romper los cerrojos para entrar si fuera necesario.
La Prensa