Ninguna de las suposiciones relacionadas con la caída del Airbus A321 sobre la península de Sinaí de Egipto ha podido ser confirmada aún porque la investigación continúa, dijo hoy el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
«Sólo la investigación podrá ofrecer algunas teorías sobre el accidente. Hasta el momento, no hemos tenido ninguna declaración sobre la investigación», indicó Peskov, citado por la agencia de noticias Interfax.
El portavoz respondió así a la declaración del secretario de Relaciones Exteriores de Reino Unido, Philip Hammond, quien dijo que existe «una posibilidad significativa de que la caída fuera causada por un artefacto explosivo a bordo del avión».
Una fuente de inteligencia estadounidense, citada por Cable News Network (CNN), dijo el miércoles que muy probablemente el jet ruso fue derribado por una bomba colocada por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) o su afiliado.
El jefe de la Agencia Federal de Aviación rusa Rosaviatsia, Alexander Neradko, declaró hoy al canal de televisión Rossiya-24 que expertos indagarán si había algún material peligroso a bordo de la aeronave.
El avión A321 de la aerolínea rusa Metrojet con destino a la segunda mayor ciudad rusa de San Petersburgo se estrelló el sábado unos 23 minutos después de despegar del centro turístico egipcio de Sharm el-Sheikh en el mar Rojo. Los 224 pasajeros y tripulantes que iban a bordo, en su mayoría rusos, murieron.
El grupo «Estado de Sinaí», afiliado al EI y con sede en Sinaí, se atribuyó el incidente poco después de que ocurriera, pero Moscú considera increíble esa posibilidad.
La información de la grabadora de datos de vuelo del avión fue copiada exitosamente y entregada a la comisión investigadora para que sea decodificada, procesada y analizada, dijo el Comité Interestatal de Aviación.
No obstante, indicó que la grabadora de voz de la cabina del piloto sufrió un grave daño mecánico y que expertos del comité y de Francia están tratando de copiar las grabaciones guardadas en el dispositivo.
MOSCU, (Xinhua)
