La policía detuvo en el sur de China a siete personas sospechosas de planear ataques con explosivos en la provincia meridional de Cantón
Según las autoridades, el grupo estaba liderado por un exconvicto llamado Xiang Fengxuan, de 41 años, dueño de una lavandería y que a través de redes sociales había reclutado a otras personas con el fin de llevar a cabo actos de sabotaje.
Xiang, seguido por la policía desde marzo, atraía a sus seguidores con el argumento de que pretendía derrocar el sistema político actual a través de una rebelión armada, y prometía a los que le siguieran cargos de importancia cuando se convirtiera en presidente.
Uno de los contactados por Xiang, Ma Ji, de 65 años, que el sospechoso decía ser un descendiente de la dinastía Qing (emperadores derrocados por la revolución de 1911) que sentía nostalgia del pasado imperial, en el que los hombres tenían varias esposas y amantes.
El grupo planeaba varios atentados con artefactos explosivos y el secuestro de ricos magnates para poder cobrar rescates con los que financiar sus actividades.
Uno de los cómplices del grupo, Zhang Liumao, encargado de los explosivos, almacenó grandes cantidades de materiales químicos en una fábrica donde había trabajado, con los que estaba preparando los artefactos con los que se llevarían a cabo los atentados, siempre según la policía.
Zhang falleció el pasado miércoles de cáncer de nasofaringe, al parecer por su prolongada exposición a esos químicos.