En una escuela secundaria en China, un estudiante lleva tres años, literalmente, llevando sobre sus hombros la responsabilidad de que su amigo pueda recibir educación. Estos dos estudiantes, Xie Xu de 18 y Zhang Chi de 19 años, se conocieron cuando comenzaron a asistir juntos a la escuela en la provincia norteña de Jiangsu, en China.
Zhang padece de una enfermedad llamada distrofia muscular, la cual es una condición que debilita el músculo esquelético, haciendo la vida sea muy difícil para aquellos que la padecen; les es difícil caminar o llevar su propio peso. Xie, quien tiene unos 1,73 metros de altura y pesa 75 kilos, tomo la férrea decisión de llevar a su amigo a la escuela para asegurarse de que no perdiera una sola de sus clases.
Esta ha sido una historia muy inspiradora y a la vez conmovedora. No son familia, pero Xie ha estado haciendo esto durante tres años; dijo Guo Chunxi, el subdirector de la Escuela Secundaria. Ellos residen en dormitorios cercanos a la escuela, y día tras día Xie lleva a Zhang desde sus habitaciones hasta la escuela, y viceversa. Con sus tareas diarias también ofrece su colaboración, al igual que con la alimentación y el lavado de ropa.
EL realizar el trayecto de las habitaciones hasta la escuela puedo ocurrir alrededor de 12 veces en el día o tal vez más. Ambos son los estudiantes más destacados de sus clases, ya que los dos estudian todos los días en sus momentos libres.
Xie es un buen samaritano, no solo ayuda a Zhang, también ayuda a otros estudiantes en explicaciones o demás asuntos en los que a él le sea posible colaborar.
Xie solicito su ingreso en el Instituto Politécnico de Nanjing posterior a su graduación de la escuela secundaria; además, Zhang presentará el examen de ingreso para poder estudiar en las universidades públicas de China.
Entonces, surge la gran pregunta, ¿qué va a suceder con Zhang, teniendo en cuenta que Xie piensa presentarse a una institución educativa diferente? Bueno, esto refleja la triste realidad de este gran país asiático, que aunque se encuentra bastante avanzado en muchos aspecto, en materia de derechos humanos hay un gran abandono.
Esta es una historia para reflexionar, ya que muchos estudiantes alrededor del mundo repudian el hecho de tener que ir a clase, mientras que la historia de estos dos chicos nos enseña que si de verdad quieres, podrás lograrlo.