Rusia acepta que un ataque pudo haber derribado la aeronave que se estrelló en Egipto

El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, admitió ayer que el avión ruso que se estrelló el 31 de octubre en Egipto con 224 personas a bordo fue posiblemente víctima de un “acto terrorista”, en tanto varios países y expertos ya habían privilegiado la tesis del atentado.

La rama egipcia del grupo yihadista Estado Islámico (EI) aseguró haber derribado el avión como represalia por los bombardeos rusos en Siria, pero no explicó cómo lo consiguió.

“La posibilidad de un acto terrorista es considerada”, dijo Medvedev en una entrevista publicada ayer por el diario estatal Rossiiskaia Gazeta.

Rusia se ha convertido en un objetivo prioritario del EI tras su intervención en el conflicto sirio apoyando al régimen de Bashar al-Assad, desde comienzos de octubre.

Moscú parece inclinarse ahora por la pista terrorista, al igual que las potencias occidentales, y ha prohibido los vuelos comerciales a todo Egipto.

Egipto reforzó esta jornada la seguridad en Sharm el-Sheij, de donde siguen marchándose cientos de rusos y británicos, y trataba de salvar su sector turístico, golpeado por el siniestro del avión, resistiéndose a la tesis del atentado.

Excelsior