El animal, bautizado el Hachiko ruso, se ha convertido en un símbolo del hospital donde prácticamente lo han adoptado.
El personal del nosocomio se asegura que diariamente tenga comida, agua y un lugar tibio para descansar.
Aunque acá es muy querido por todos, seguimos esperando que alguien lo adopte y le brinde el hogar que alguna vez tuvo, comentó uno de los médicos.
Masha acompañó a su dueño hace dos años y desde entonces no se ha movido de la puerta del hospital esperando que vuelva, lamentablemente el hombre falleció y el perro continuó esperando, concluyó el profesional.
Hace algunos meses Masha fue adoptado por una familia, pero a los pocos días estaba nuevamente en la puerta del hospital y allí se ha quedado.
Mundo Curioso