Los guerrilleros del Estado Islámico están reforzando sus defensas ante un posible ataque en su capital de facto, Al Raqa, mientras los ataques aéreos se intensifican en la ciudad siria en represalia por los atentados en París. Los combatientes se están escondiendo en vecindarios civiles e impiden a cualquiera huir, dijeron activistas.
Activistas de Al Raqa dicen que los aproximadamente 350.000 habitantes en esta ciudad del norte de Siria son presa del miedo, estremecidos por poderosos bombardeos de Rusia y Francia que sacuden la ciudad diariamente, y están preocupados por hallarse atrapados sin tener adonde ir en medio de señales de una amenaza de invasión terrestre por parte de los curdos aliados de Estados Unidos y las fuerzas árabes en Siria.
Durante meses, esas fuerzas han avanzado gradualmente hacia Al Raqa con el respaldo de bombardeos liderados por Estados Unidos, capturando poblaciones controladas por el EI al norte y oriente de la ciudad. Después de que el Estado Islámico se adjudicara la responsabilidad de la masacre del viernes en la que murieron 129 personas en París, hay llamados para que se actúe aún con más fuerza en Siria con el fin de combatir a los extremistas.
Autoridades del servicio de inteligencia iraquí dijeron esta semana a The Associated Press que la operación fue planeada en Al Raqa, donde los agresores fueron entrenados específicamente para esta operación con la intención de enviarlos a Francia. Los atentados parisinos ocurrieron poco después de que el grupo EI se adjudicara el derribo de un avión ruso en Egipto y los ataques suicidas con bombas en Líbano y Turquía.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, insinuó el martes que Al Raqa sería el nuevo enfoque.
«Mi sensación es que todo el mundo entiende que con los ataques en Líbano, con lo que sucedió en Egipto, con Ankara, Turquía, con los atentados de ahora en París, tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para golpearlos en el núcleo desde donde están planeando estas cosas», declaró el martes luego de su encuentro con el presidente francés Francois Hollande.
Pero los extremistas están ahondando para hacer que cualquier potencial ataque le sea a Occidente tan difícil como sea posible. La ciudad, la cual han tenido bajo control desde principios de 2014, se encuentra a orillas del río Éufrates en una intersección de las principales rutas desde todas las direcciones, la mayoría a través de zonas agrícolas atravesadas por canales y afluentes del río. Las fuerzas de la coalición curda-árabe respaldadas por Estados Unidos más cercanas, llamadas las Fuerzas Democráticas de Siria, están a 50 kilómetros (30 millas) al norte en el poblado de Ain Issa.
Los activistas dicen que los extremistas han estado reforzando las defensas de Al Raqa desde finales de octubre, luego de que las Fuerzas Democráticas lanzaron su campaña en la que prometieron recobrar la ciudad. Poco después, el grupo EI prohibió a la gente dejar Al Raqa y los activistas dijeron que se ha intensificado la prohibición de abandonarla en los últimos días, lo que hace temer que el grupo intente utilizar a los civiles como escudos humanos en combates futuros.
Para evitar ser atacados en sus bases, los combatientes se han desplazado a los vecindarios residenciales, ocupando las casas vacías abandonadas por la gente que huyó antes de Al Raqa, afirmó un activista de la ciudad. Éste habló con la condición de ser identificado sólo por el nombre que utiliza en su activismo político, Khaled, por razones de seguridad.
BEIRUT, Líbano (AP)