Al menos 500 vehículos, entre particulares y de carga, ya han circulado sin tanto retraso en la frontera sur. Sin embargo, los empresarios nicaragüenses han expresado que de no normalizarse por completo la regulación, el comercio se vería sumamente afectado.
La posición del Cosep es de seguir encontrando consensos con sus homólogos de Costa Rica para impulsar el pensamiento de que no se puede seguir bloqueando el comercio a partir de un asunto territorial propiciado por la falta de los procedimientos legales del gobierno vecino del sur.
No se contabilizan pérdidas, según el Cosep, sino que el impacto por el momento se ve en multas a las empresas y el retraso de la mercancía para los clientes de las mismas.
Erick Ruiz