Los casi 200 países que firmaron un acuerdo global sobre clima deben esperar una fuerte presión para cumplir sus promesas de reducción de emisiones y lucha contra el calentamiento global, dijo el ministro francés de Exteriores.
Laurent Fabius recordó el martes las «extremadamente difíciles» conversaciones sobre clima que terminaron el sábado, incluyendo una discusión crítica a última hora sobre las palabras «debe» y «debería». Fabius recibió elogios por su labor diplomática como anfitrión de la cumbre.
El acuerdo no incluye sanciones «esto no es el código penal», bromeó Fabius en una entrevista con la radio Europe-1. Sin embargo, «si un país no respeta sus compromisos, imagine la presión internacional que habrá».
El funcionario reconoció que el acuerdo deja sin resolver muchas cuestiones pero «nada se habría resuelto sin París», agregó.